Nacida en Cádiz en 1960, Carmen Guaita es licenciada en Filosofía y maestra. Enseña en el CEIP San Miguel, de Madrid. En 2015 ha publicado su primera novela, Jilgueros en la cabeza. Es autora de un buen número de libros sobre educación y ética: Memorias de la pizarra (2012); Cartas para encender linternas (2012); La flor de la esperanza (2010); Desconocidas, una geometría de las mujeres (2009); Contigo aprendí (2008) y Los amigos de mis hijos (2007).
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Aldana, ¿y qué te crees que hacemos? nuestro objetivo es que piensen, claro que sí. el problema es que, parece, que estamos solos. muchos padres y todos los hobiyvan en contra nuestra. nos están convirtiendo en payasos burócratas que tenemos que “entretener”a los alumnos y rellenar papeles para justificar nuestro trabajo. lo del pensamiento crítico ya lo dejamos para otra ocasión, que cuanto más inculto sea un pueblo, más manejable es.
El problema no son las extraescolares ni los deberes.
El problema es pensar que una jornada de 6 horas lectivas ( a veces7), los va a preparar mejor. Por qué no se plantea qué haría un adulto, obligado de 8:15 a 15:15 a permanecer atento a profesores de 6 materias diferentes, en grupos de 30 compañeros de la misma edad…alguien piensa que este planteamiento puede funcionar para la mayoría? Así, que cada profesor se mate a motivar a su alumnado ( al menos 4 grupos diferentes), y sàlvese quien pueda.
Hay que cambiar todo el sistema educativo. A los niños los están educando para esclavos corporativos de 8 horas, y no para ser felices ni libres. Enseñen a pensar, no a memorizar. Los profesores viven victimizándose y pareciera que quieren hacer pagar su esfuerzo en unos contenidos inútiles a los niños. Toca tirar su trabajo a la basura, maestros y profesores, y construir un sistema nuevo.
Leyendo muchos de los comentarios se denota la ignorancia que se tiene de la profesión del profesor.
Porque un profesor después de sus horas de trabajo, trabaja en su casa, trabaja en los fines de semana y trabaja en los puentes que tiene y por ese trabajo, no cobra. Es el grupo A peor pagado.
Con los niños se trabaja en clase y mucha tarea se trabaja en clase. El problema está que con las clases particulares los niños se acomodan, atienden y trabajan poco en clase porque ya lo harán en las particulares. Los profesores no son los responsables de las actividades extraescolares que tienen los niños, eso es decisión de los padres. Y la educación ha de ser compartida entre padres y profesores. Los profesores ven 120 a 150 alumnos cada día y no ha todas las horas, cada uno a la hora que toca su materia. Los padres y madres tienen el resto del día, después de su trabajo para atender a una media de 1, 2 o 3 hijos.
Basta ya de delegar al profesorado todo lo que los niños y niñas deberían aprender en su casa.
Lamentablemente, los únicos que sufren las consecuencias de un sistema tan laxo son los niños, está situación se extiende hasta el secundario. El tema es el ingreso a la universidad, no existe tal contemplaciones. Tendríamos que repensar que es lo que realmente necesitan para afrontar sus estudios y por ende, la vida.
Hoy considero parte de la educación indispensable: emocional, financiera, nutricional, informática, sexual, áreas útiles en la vida de las que nunca nadie me habló y que un poco tarde supe que existían…
Al 100% de acuerdo con Veronica
Ya estamos otra vez, con el tema de que aprender de memoria no sirve para nada… ¿cómo que no? Si no se ejerce la memoria, mal vamos… en cuanto a las categorías gramaticales, sintaxis y gramática son útiles para estructurar bien las frases y, también, ayuda un montón a aprender lenhuas extranjeras.. sirven para redactar bien…me parece raro que este discurso lo haya dicho alguien que viene de letras..
O sobrecarga de deberes. 8 horas para trabajar, 10 para dormir y 6 para lo que cada cual quiera ( en estas incluidas actividades, juegos, diálogo en familia, comidas, cenas, desayunos., duchas…) . El trabajo de clase y 2 horas de estudio y deberes tiene que ser suficiente. ¿Tú te llevas el trabajo a casa después de 8 horas de oficina? ¿ Tu trabajas en tu casa el sábado y domingo de tu oficio? Ellos tampoco deben. Su trabajo es aprender pero no sólo contenidos curricular: la informática es indispensable en este siglo (y no se da), la oración en público también, el saber defenderse ante organismos públicos indispensable. Todo esto es más importante que clasificar las lombrices en el grupo de seres vivos correspondiente y que lo memoricen para el examen y a la semana siguiente no se acuerden. Dejemos de mirar para nuestro ombligo pensando que lo estamos haciendo bien y miremos que está pidiendo la sociedad. El fracaso escolar es falta de hábitos o es demasiadas horas estudiando el ciclo del agua ( en primaria, en secundaria), la célula (en primaria, secundaria, bachiller) y conceptos que a edades tempranas no son de ningún interés para niños. Horas analizando sintagma, tipos de palabras y luego niños de 17 años con errores de ortografía y sin saber redactar un texto, una carta o cualquier otro documento. Nuestro sistema educativo ni motiva, ni enseña a pensar, a ser críticos, a investigar. Lo único que se premia es la capacidad memoristica que finalmente en la vida no sirve para nada.
Profesores, los niños no necesitan más deberes ni más definiciones que memorizar, necesitan otro tipo de enseñanza más práctica (más laboratorios y menos teoría), más interesante (cada concepto a su tiempo y no los mismos adaptados a la edad), más de investigación y menos de exámenes. Ya sé que os supone salir de los libros que tanto os gustan, y que a los niños les rompen la espalda, y preparar materiales, clases y demás, pero este es el cambio necesario y no el de dejar las extraescolares.
Los niños necesitan moverse (2 horas de gimnasia a la semana no llegan), los niños necesitan aprender a alimentarse (hablamos de forma teórica de hábitos saludables pero no incluimos unas clases de cocina en el curriculum), los niños necesitan aprender a prevenir peligros ( le enseñamos fotos y nombres de herramientas pero nunca cogen ninguna), también necesitan socializar ( si en clase no hablan y la tarde la pasan con deberes a ver cuando), los niños necesitan jugar y fomentar otras habilidades – estrategias con el ajedrez; trabajo en equipo con el fútbol,…
¿De verdad son tan importantes los deberes y tan poco importantes las extraescolares?¿De verdad creéis que los padres enviamos los niños a actividades para librarnos de ellos? Yo no digo que no haya alguno, pero el estar de taxista por las tardes no nos hace mucha gracia y menos con el coste actual de la gasolina y de las actividades.
Profesores, menos deberes y menos conceptos superfluos. Más práctica, clases más activas e interesantes para que los niños aprendan de verdad y sean curiosos. Motiven, incentiven y dejen de agobiar a los niños con deberes. Mientras sólo hay un profe los deberes son asumibles; cuando ya hay un profesor por asignatura cada uno aporta su granito de arena y finalmente son deberes toda la tarde para el niño y para el padre que casi siempre tiene que reforzar los conceptos que se dieron a toda pastilla en el aula.
Dejen a los niños ser niños; enseñen de forma más amena y si no pueden modificar los contenidos curriculares dejen que los padres podamos enseñar a nuestros hijos todo aquello que el cole no les enseña y que a nuestro entender es importante para su futuro. Déjenles ese tiempo libre por las tardes, que a mi entender, tanta falta les y nos hace.
Gracias
sobre carga de extraescolares…. ahí está el problema
Excelente información, muy acertado respecto a los valores que cada vez se han perdido en nuestra sociedad. De hecho desde casa deben de transmitir a los niños y en la escuela es donde se refuerzan los valores.
Por lo visto Antonio Puga no se ha enterado de nada. No es cuestión de los profesores, es que los padres tienen que dejar de apuntar a sus hijos a 20 actividades para tenerles aparcados. Porque luego no pueden hacer los deberes, que como dice, son importantes.
Será bueno decírselo a los profes, ya que cada uno se cree la última coca cola del.desierto.
Muchas veces olvidamos la importancia de los buenos hábitos y de los valores en la formación de los estudiantes. Éstos deben enseñarse desde el hogar, y los maestros constituirnos en “reforzadores” de los mismos.